Hoy os propongo otra receta
saludable, un particular risotto, pero con un índice calórico bajo. El secreto,
sustituir el arroz por quinoa, aportándonos con ello la proteína y la fibra que
nuestro cuerpo necesita.
¿Sabías que la quinoa tiene un
25% de proteína? También es un manantial de Omega3, un multivitamínico y
contiene minerales como el fósforo, el hierro y el magnesio. Además tiene un
índice gllucémico de perfil bajo y es rica en aminoácidos.
Quedarás saciad@ y se convertirá
en una de tus recetas de cabecera.
INGREDIENTES
©
Un diente de ajo
©
Cebolla
©
Boletus
©
Vino blanco
©
Quinoa
©
Queso proteínico
©
Laurel
©
Tomillo
ELABORACIÓN
En una cazuela doraremos el ajo
cortado a pequeñas láminas o picadito y le añadiremos la cebolla cortada a
juliana y lo dejamos pochando en el fuego hasta que nos quede doradito. Le
añadiremos boletus troceados -yo suelo usar shitake
o portobello, pero podéis utilizar
champiñón o el que tengáis en casa- y lo sofreímos. Ahora le echaremos unos 100
cc de vino blanco y lo dejamos reducir.
Mientras tanto, lavamos la quinoa
-unos 180 gramos- y la dejamos escurrir para luego echarla en la cazuela cuando
nos haya reducido el vino. Le damos un par de vueltas a todo para que los
sabores se integren, salpimentamos al gusto y echamos medio litro de agua a
temperatura ambiente, una hoja de laurel y tomillo. Y lo dejamos trabajando
hasta que el agua se reduzca, removiéndolo de vez en cuando. En unos diez
minutos debería estar listo, dependiendo del punto de dureza del grano que
prefiráis.
Lo servimos y añadimos un poco de
queso proteínico rallado por encima. Yo suelo utilizar de la marca
"Eatlean", porque es bajo en calorías, es alto en proteínas y no
lleva lactosa. Puedes poner otro tipo, pero consulta siempre sus índices
calóricos.
TIEMPO ESTIMADO
30 minutos
No hay comentarios:
Publicar un comentario